Me gusta escribir literatura barata y comer bombones hasta las 4 de la madrugada. Echar un pitu sentada en el tejado y observar el amanecer a su lado. Odio llorar, los helados de limon y esa sensacion que tienes cuando estas "enamorada". Ama(ba) a 4 personas que juegan a ser dios e idolatro a Pablo Neruda y Paulo Coelho. Ver el fuego me tranquiliza, parar el reloj para creer que el tiempo no pasa y escuchar la musica a tope, rebentandome los oidos, para sentirme un poco mas cerca de ese dia que tan atras quedo. Un cigarrillo de madrugada mirando el mar, disfrutando del olor a nicotina mezclado con la suave brisa marina, y tu mano en mi cintura, por supuesto. Odio la frialdad aunque yo soy la primera que tiene el corazón congelado. Aborrezco a las gaviotas, los martes a las 10 de la mañana, los odio, no puedo vivirlos. Gran fobia a las arañas, no podría vivir sin mi singular gato. Un cafe a las 7 de la tarde en la terraza de siempre, soñar hasta ver la realidad completamente distosionada, un trago de wiskie y para la cama a seguir soñando(con él). Tirar fotos antiguas y quemar recuerdos. Hacer poesia, sobre tu cuerpo. Perder el norte con tus te quiero, llover miradas, secuestrar tus escalofrios. Dibujarnos infinitos en la barriga. Obsesionada de las pulseras de colores y los collares de cruzes(aunque aun no me he puesto ninguno). Intento desde hace tiempo encontrar una dirección que seguir, pero cuando el dedo no para de temblar, es complicado escoger el camino adecuado.

miércoles, abril 25

Tic tac tic tac

Se nos escapa el tiempo. Se nos escapa el tiempo. Se nos escapa de entre los dedos. Se escapa y no me canso de repetirlo que se escapa. Necesitamos al menos otras 12 horas para hacer de un dia normal, un dia para nosotros.  Se me escapa el tiempo cada vez que intento escribirte, cuando intento reflejar tu sonrisa en mis versos. Con la luna siguiendome cada noche hasta la azotea, en mis libretas se guardan los mil secretos que esconde tu cuerpo. El París que dibujaste en mis caderas, la poesía que surgió de nuestros cuerpos. La marca de carmín que deje tras mis besos. Y cada noche espero que lleguen a mi esas doce horas que aun necesito, pero nunca llegan y tu te vas y yo no puedo dormirme, porque esta cama es demasiado grande para mi, porque me falta el calor que destila tu cuerpo para relajarme. Y los días pasan, y tu te sigues llendo, a la misma hora, dia tras dia. El tiempo se me escapa, los relojes vuelan, las madrugadas se pierden, los anocheceres inexistentes recrean una azotea londinense que necesita ser estrenada. Pero solo queda despertarse y ver que te has vuelto a ir, que hoy tampoco te quedaras y yo me levantare, preparare el desayuno, haré la comida, iré al trabajo, paseare por el parque hasta tu casa y se volverá a repetir la historia. Porque quizás no sea el tiempo lo que se me escapa, sino el amor que tan inexistente parece en estas líneas. Quizás sea eso, que ya no somos los de antes, que la vela se ha consumido y la vida sigue, sin detenerse para nosotros como solía hacer. No hay tregua, la vida quiere que continuemos, se nos esta escapando cariño, la vida se nos esta escapando de las manos.

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