Me gusta escribir literatura barata y comer bombones hasta las 4 de la madrugada. Echar un pitu sentada en el tejado y observar el amanecer a su lado. Odio llorar, los helados de limon y esa sensacion que tienes cuando estas "enamorada". Ama(ba) a 4 personas que juegan a ser dios e idolatro a Pablo Neruda y Paulo Coelho. Ver el fuego me tranquiliza, parar el reloj para creer que el tiempo no pasa y escuchar la musica a tope, rebentandome los oidos, para sentirme un poco mas cerca de ese dia que tan atras quedo. Un cigarrillo de madrugada mirando el mar, disfrutando del olor a nicotina mezclado con la suave brisa marina, y tu mano en mi cintura, por supuesto. Odio la frialdad aunque yo soy la primera que tiene el corazón congelado. Aborrezco a las gaviotas, los martes a las 10 de la mañana, los odio, no puedo vivirlos. Gran fobia a las arañas, no podría vivir sin mi singular gato. Un cafe a las 7 de la tarde en la terraza de siempre, soñar hasta ver la realidad completamente distosionada, un trago de wiskie y para la cama a seguir soñando(con él). Tirar fotos antiguas y quemar recuerdos. Hacer poesia, sobre tu cuerpo. Perder el norte con tus te quiero, llover miradas, secuestrar tus escalofrios. Dibujarnos infinitos en la barriga. Obsesionada de las pulseras de colores y los collares de cruzes(aunque aun no me he puesto ninguno). Intento desde hace tiempo encontrar una dirección que seguir, pero cuando el dedo no para de temblar, es complicado escoger el camino adecuado.

viernes, febrero 10

La nada es lo ultimo a lo que nos podemos aferrar

Esta siendo un invierno diferente. Las calles huelen a melácolia, la nostalgia va pegada a mi haciendome compañia junto con mi sombra. Ya no me miras cuando paso junto a ti. No hay ni un simple amago de observarme de reojo, nada de nada. Hay de fondo canciones de amor que jamas hubieras escuchado. Este invierno raro, extraño, que no es invierno, que no huele a café y a tardes de domingo entre tus brazos. La lluvia se ha ido y con ella nuestros recuerdos. La nada de un nosotros lejano rememora tiempos pasados, inviernos que no quieres recordar, esos en los que conquistaste el mundo de mi mano cada tarde de lluvia. Recuerdo que amabas salir a bailar bajo ella, mojarte, sentirte libre, gritar. Eras feliz, aun recuerdo el brillo en tus ojos.

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